¿Se ha frenado el núcleo de la Tierra?

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Cada dos o tres meses aparece en prensa alguna noticia relativa a la geología que causa cierto furor entre la comunidad geólogica de Twitter; a veces ese revuelo percola hasta el público general. Entonces los geotuiteros se encuentran (nos encontramos) en la posición de tener que explicar qué hay de cierto y qué hay de error en artículos de prensa generalista. En esta ocasión el revuelo lo ha causado un artículo en Materia – El País sobre geofísica: «El núcleo de la Tierra se ha frenado«.

En un tuit que comienza con un alarmante «ÚLTIMA HORA«, se anuncia que el núcleo interno de la Tierra «se ha frenado», y que «girará en sentido contrario al de la superficie».

Respuesta corta (TL;DR): El núcleo gira en el mismo sentido que el resto de la Tierra. Un artículo cuantifica un ciclo de décadas en el que su velocidad aumenta o disminuye, por lo que gira más rápido que la superficie, más lentamente, o a la par.

Respuesta larga…

El núcleo interno es básicamente una bola de hierro y níquel de tamaño de Plutón que, aunque se encuentra a más de 5 000 ºC, está en estado sólido. Gira dentro del núcleo externo, una «cubierta» líquida de composición similar. Esta capa líquida que lo separa del manto (sólido), permite que el núcleo interno gire un poco a… su bola.

Corte esquemático del interior de la Tierra. El núcleo interno, una bola metálica sólido, se encuentra rodeado del núcleo externo, líquido. Imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Kelvin13
Corte esquemático del interior de la Tierra. El núcleo interno, una bola metálica sólido, se encuentra rodeado del núcleo externo, líquido. Imagen cortesía de https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Kelvin13

La noticia original sobre el supuesto frenado del núcleo terrestre, escrita por Nuño Domínguez, informa sobre los resultados de una investigación publicada esta misma semana en Nature Geoscience. El artículo, titulado «Multidecadal variation of the Earth’s inner-core rotation«, tiene como autores a Yi Yang y Xiaodong Song (ambos del SinoProbe Laboratory and Institute of Theoretical and Applied Geophysics, School of Earth and Space Sciences, Peking University, Beijing, China).

Los autores han analizado un tipo bien particular de terremotos: seismos «dobles» (que realmente pueden ser dos o más) ocurridos en el mismo punto pero separados en el tiempo por años o décadas, y que además producen ondas virtualmente idénticas. Es fácil imaginar que no hay muchos casos para analizar. Las ondas de estos terremotos son recibidas en las mismas estaciones en sus antípodas; si el núcleo no girase de modo alguno respecto a la superficie, las ondas de llegada en esas estaciones serían virtualmente las mismas… pero no lo son. Hay diferencias en sus llegadas.

Las observaciones que presentan Yang y Song muestran unas diferencias que no puede achacarse a pequeñas variaciones en la topografía del núcleo interno. Lo que sugieren es que el núcleo interno presenta unos ciclos irregulares de décadas en los que el giro del núcleo interno respecto al resto del planeta varía en fracciones de grados angulares. Por ejemplo, hasta el año 2000 el núcleo habría estado girando 0.1º/año más rápido que la superficie del planeta. A finales de la primera década del siglo XXI esa diferencia habría disminuido hasta 0.1º/año, convertiéndose en negativa durante unos años, girando, relativamente, más lentamente que la superficie.

Esto es distinto que decir que el «núcleo se ha parado», o que «está girando en dirección contraria». Para un observador (muy paciente) en la superficie del planeta podría parecer que el núcleo no gira, o que gira en dirección contraria. Pero el planeta gira constantemente en su ciclo diario de 24 horas. El núcleo gira igualmente, pero en ocasiones a la misma velocidad que la superficie. Quién no se ha subido a una escalera mecánica en la que el pasamanos va más despacio que los escalones… obviamente el pasamanos no está moviéndose en sentido contrario a las escaleras.

El artículo de Nuño Domínguez me parece correcto. Es un artículo de prensa, no un paper, y creo que el texto explica bien lo que se propone que sucede. Pero claramente es un alarmismo absolutamente innecesario anunciar este estudio como una noticia de «última hora», y usando un tiempo verbal incorrecto: «ha frenado». El título del artículo no se ha cambiado, y tiempo han tenido.

El núcleo se frena, y el núcleo acelera. Todo ello como parte de un ciclo de décadas que con seguridad no es nuevo. Dicho esto, sí es posible que este fenómeno pudiera mantener alguna relación con la peregrina posición de los polos magnéticos, con alguna anomalía magnética bien conocida, e incluso con algún proceso climático. Pero ni causa el cambio climático, ni nos dejará con el culete al aire como ocurre en la mejor película geológica de la historia: The Core.

Fantasía geofísica. El póster de "The Core" es propiedad de Paramount Pictures. Usado como "fair use".
Fantasía geofísica. El póster de «The Core» es propiedad de Paramount Pictures. Usado como «fair use».

Una nota de precaución: El estudio de Yang y Song da una explicación que no justifica todas las esquinas del problema. Ha habido estudios muy recientes en la misma línea que parecen indicar que las variaciones de velocidad son más rápidas, y no de décadas. Hay quien incluso piensa que el núcleo interno tiene una extructura mucho más compleja que una simple bola de metal fundido. Solo podemos estudiarlo con ondas sísmicas.

Artículo original: Yang, Y., and Song, X., 2023, Multidecadal variation of the Earth’s inner-core rotation: Nature Geoscience, p. 1–6, doi:10.1038/s41561-022-01112-z.

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